El primer día Arantxa se fué a sus labores y yo comencé con una visita turística por el centro de la ciudad, ayudado de la correspondiente guía y de unas buenas ganas de patear la ciudad, que por cierto, es inmensa. Anduve alrededor de 15 Kms.
Está pegado a la Gateway of India, o puerta de la India, que domina el puerto. Nuestro Hotel miraba justo al lado contrario, oteando toda la preciosa bahía de Bombay. Nada que envidiar, algo fuera de lo normal y también asaltado el mismo día. la seguridad....mejor no coment. Bahía que alcanza alrededor de 12 Km de largo, con su buen paseo marítimo, donde pasear y ver el mar se hace obligatorio. A su través, por las noches, cuando Arantxa, MI MUJER, llegaba a casa, fué parte de nuestro relax y ocio.
Este es Shivaji, el carismático guerrero que fundó el estado de Maharashta, de cuya capital es Mumbai, un gran tío del que podría hablar un poquito y que nació sobre el 1600, pero no quiero aburrir.
Sigo con el paseo por el Bombay colonial...Colaba, que es el barrio donde nos encontrábamos, y donde están la mayor parte de edificios antíguos, bien conservados, es un barrio limpio, centro financiero y con actividad sobretodo diurna, quedando los restaurantes, pubs, etc, sólos en la noche. En este barrio y durante el paseo pude contemplar la gran influencia británica durante su mandato, dejando auténticas virguerías de edificios de estilos franceses, victorianos, góticos, bizantinos y coloniales. pero además la ciudad tiene su parte art-decó, y clásico, que siempre imprime un pelín de modernismo romántico.
Por ejemplo, este es el Municipal building, o Ayuntamiento, jeje vaya traducción:
Sin duda, para mí, el más imponete fué la estación Victoria o Victoria Terminus, o también llamada Chhatrapati Shijavi Terminus, diseñada por un arquitecto del gobierno británico, Frederick William Stevens, (de la familia Wilkinson, el de las cuchillas, que no, que es broma) y que fué un majestuoso monumento al progreso del imperio británico, simbolizado por el ferrocarril. Está inspirada en la St. Pancras Station de Londres. Todos los días pasan por ella 2.500.000 de personas. Allí entré y aluciné de tal forma que al día siguiente repetimos la operación con mi niña, que también quedó asombrada de la multitud, el movimiento y el caos organizado. Dicen que es el mejor edificio gótico del país.
Al día siguiente, por si no había tenido suficientes cuevas con Ajanta y Ellora, me fuí a una famosa isla, Elephanta Island, en la que hay unas cuevas-templo hinduístas. Me cogí un barquito desde la puerta de la india y en 1.10 horas estaba en la Isla. Allí tomé refrigerio, ya que los cabronzuelos de los del barco me dijeron que mejor arriba, y me pegó un manolete serio, no sin antes cobrarme un extra por subir arriba. Lo de siempre por aquí. Paseé entre las cuevas, hize fotillos y me detuve en la más importante dedicada a Shiva. Se trata de un espectacular Shiva de tres cabezas masculino, femenino y andrónigo. No me enrollo..
La vuelta, en la parte de abajo de barco, supertranquila y disfrutando del mar. Todo espectacular. A la noche, salimos de paseo, recorriendo juntitos los sitios que más me habían gustado, cenamos estupendamente, con buenas vistas y mucho mejor compañía... y a la cama.
La primera visita a Bombay nos ha gustado mucho, Arantxa trabajó duro y bien, sacó adelante su planning de trabajo y viaje, y yo también. jeje.
Se os quiere.